Los 20 mejores SHOWS en la historia del Súper Bowl
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Los 20 mejores SHOWS en la historia del Súper Bowl

El Súper Bowl no es solo un juego de fútbol americano, es un evento cultural que trasciende las fronteras del deporte. Uno de los momentos más esperados de este espectáculo es el medio tiempo, donde grandes estrellas de la música han dejado su huella con actuaciones memorables. Desde Michael Jackson hasta Rihanna, estas son las […]

admin
22 de mayo de 2024

El Súper Bowl no es solo un juego de fútbol americano, es un evento cultural que trasciende las fronteras del deporte. Uno de los momentos más esperados de este espectáculo es el medio tiempo, donde grandes estrellas de la música han dejado su huella con actuaciones memorables. Desde Michael Jackson hasta Rihanna, estas son las 20 mejores actuaciones de la Super Bowl de todos los tiempos:

Michael Jackson (1993):

En 1993, la Super Bowl experimentó una transformación histórica gracias a la presencia de Michael Jackson en el espectáculo del medio tiempo. Conocido como el “Rey del Pop”, Jackson aceptó sin dudarlo la oportunidad de llegar a millones de personas a través de este evento deportivo de gran envergadura.

Hasta entonces, los shows del medio tiempo de la Super Bowl se caracterizaban por ser aburridos desfiles patrioteros de colegios y universidades. Sin embargo, la llegada de Michael Jackson cambió radicalmente esta tradición establecida. Su participación no solo marcó un hito en la historia del entretenimiento en eventos deportivos, sino que también estableció un nuevo estándar para los shows del medio tiempo de la Super Bowl.

Se estima que alrededor de 91 millones de estadounidenses sintonizaron sus televisores para presenciar la actuación magistral de Michael Jackson, mientras que el evento fue retransmitido en 120 países, alcanzando una audiencia global significativa. Este deslumbrante espectáculo no solo dejó boquiabiertos a los espectadores, sino que también generó un aumento del 8,6% en la audiencia total del Super Bowl.

Los responsables de la Super Bowl rápidamente comprendieron la fórmula del éxito, reconociendo que la inclusión de artistas de renombre en el espectáculo del medio tiempo no solo atraía a los amantes de la música, sino que también ampliaba la audiencia del evento deportivo más grande del año. El impacto de la actuación de Michael Jackson en el Super Bowl 1993 resonaría en los años venideros, dando inicio a una nueva era de entretenimiento en el medio tiempo de la Super Bowl.

Diana Ross (1996):

El Super Bowl de 1996 marcó un hito en la historia de este evento deportivo gracias a la espectacular actuación de la icónica diva del soul de los años 60, Diana Ross. Con un repaso de sus éxitos con las Supremes y sus temas más destacados de la época, Ross cautivó a la audiencia con su incomparable talento y su capacidad para reinventarse en cada canción.

Lo que hizo único este espectáculo fue la memorable transformación de Diana Ross en cada número musical, acompañada de un cambio de look que deslumbró a los espectadores. Pero lo que pasaría a la historia de la Super Bowl fue su salida más espectacular: Diana Ross emergió en un helicóptero mientras entonaba su éxito “Take Me Higher”.

Cerca de 100 millones de personas sintonizaron sus televisores para presenciar este deslumbrante evento, quedando atónitos ante la grandiosa entrada de la diva. El abrigo dorado que lució durante su actuación se convirtió en un símbolo icónico de aquel Super Bowl, y la imagen de Ross descendiendo del helicóptero quedó grabada en la memoria de los espectadores.

Con 94 millones de espectadores dejando caer sus mandíbulas ante la salida impactante de Diana Ross, su actuación se posiciona indiscutiblemente entre las mejores de la historia del Super Bowl. El legado de esta presentación perdura, consolidando a Diana Ross como una de las artistas más recordadas y admiradas en la historia de los espectáculos de medio tiempo de la Super Bowl.

Tributo a la Motown (1998):

Este año, el Super Bowl se convirtió en el escenario perfecto para conmemorar los 40 años de una de las discográficas más influyentes de todos los tiempos, la famosa casa de Detroit. En un espectáculo lleno de nostalgia y emoción, se rindió homenaje a la música que ha dejado una huella imborrable en la historia de la industria.

El escenario brilló con la presencia de leyendas musicales que marcaron una era. Gracias a la organización del evento, se logró reunir a destacados artistas como The Temptations, Smokey Robinson y Martha & The Vandellas, quienes regresaron para deleitar a los fanáticos con sus icónicos éxitos que han perdurado a lo largo de las décadas.

Pero este homenaje no solo miró hacia el pasado; también incorporó el talento contemporáneo para atraer a las nuevas generaciones. La presencia de Queen Latifah y el grupo Boyz II Men, exponentes destacados de la escena musical actual, añadió un toque moderno y fresco a la celebración.

El resultado fue un espectáculo vibrante y emocionante que logró cautivar a audiencias de todas las edades. Las canciones clásicas resonaron en el estadio, recordando a los espectadores la influencia perdurable de la discográfica de Detroit en la música popular.

El Super Bowl 1998 se convirtió así en un hito no solo para los amantes del fútbol americano, sino también para los aficionados a la música. Este homenaje logró conectar generaciones, dando a conocer a las más jóvenes la riqueza y la importancia de un sonido que ha trascendido el tiempo.

El evento no solo fue una celebración de la música, sino también un recordatorio de la capacidad que tiene la música para unir a las personas, independientemente de su edad o gusto. Un tributo que quedará grabado en la memoria de todos los presentes, marcando un hito en la historia del Super Bowl y en la perpetua influencia de la discográfica de Detroit.

Tina Turner (2000):

En una noche que ya estaba destinada a ser recordada, la 34ª edición del Super Bowl en el Georgia Dome de Atlanta se vio elevada a nuevas alturas con la actuación cautivadora de la “Reina del Rock”, Tina Turner, durante el espectáculo de medio tiempo.

Aunque la puesta en escena fue más modesta en comparación con años anteriores, con un pequeño escenario y la ausencia de un público inmediato, Turner demostró que la grandeza no siempre se mide por la magnitud del escenario. Vestida completamente de negro, junto a sus músicos y coristas, la icónica cantante logró una conexión única con la audiencia, centrando toda la atención en su carisma innato y su poderosa voz.

Con una intensidad palpable, Tina Turner abrió su actuación con el clásico “Proud Mary”, llevando a la audiencia en un viaje musical lleno de energía y emoción. La atmósfera se volvió aún más vibrante cuando interpretó “When the Heartache is Over”, demostrando la versatilidad de su repertorio y su capacidad para transmitir emociones a través de cada nota.

A pesar de la aparente simplicidad del escenario, Tina Turner dejó enmudecido al público presente con su presencia magnética y su inconfundible voz. Su actuación demostró que la verdadera grandeza reside en el talento y la entrega, y no en la ostentación visual. Turner se ganó la ovación de todos los presentes, dejando una huella imborrable en la memoria de aquel Super Bowl, donde la música y la pasión fueron las verdaderas estrellas de la noche.

Aerosmith & Co (2001):

En el Super Bowl del año 2001, el escenario se convirtió en el epicentro de una de las actuaciones más memorables en la historia del evento. La Super Bowl XXXV nos regaló un espectáculo musical sin precedentes que reunió a un elenco de estrellas que dejó boquiabiertos a los espectadores.

Aerosmith, ‘Nsync, Britney Spears, Mary J. Blige y Nelly se unieron en una colaboración que, desde el principio, prometía ser espectacular. Pero la sorpresa no terminó allí: durante la presentación, el escenario se llenó de aún más talento con la participación de los comediantes Ben Stiller, Adam Sandler y Chris Rock.

El momento álgido de la actuación llegó al minuto 7’40”, cuando la locura se desató con casi una veintena de músicos en el escenario interpretando “Walk This Way”, el clásico de Aerosmith. Lo que siguió fue una mezcla caótica pero increíblemente armoniosa de estilos, donde cada músico aportó su propio toque distintivo a la icónica canción.

La combinación de rock, pop y hip-hop en una sola actuación resultó en uno de los momentos más dementes de la historia del rock. Cada artista interpretó “Walk This Way” a su manera, creando una fusión única que capturó la atención del público y solidificó la actuación como una de las mejores en la historia del Super Bowl.

La presentación no solo fue un hito musical, sino también un recordatorio de la diversidad y la versatilidad del entretenimiento. Con un elenco estelar y una energía contagiosa, el Super Bowl 2001 dejó una marca imborrable en la memoria de los aficionados, estableciendo un estándar para futuras actuaciones en el evento deportivo más grande de Estados Unidos.

U2 (2002):

En un momento delicado de la historia, a menos de seis meses de los trágicos sucesos del 11 de septiembre, los organizadores del Super Bowl 2002 tomaron una decisión impactante al elegir a U2 para protagonizar el espectáculo de medio tiempo. El grupo, conocido por su habilidad para combinar denuncia, política y protesta en su música, resultó ser la elección perfecta para un momento tan crucial.

El líder de U2, Bono, ingresó al escenario sumergiéndose en un baño de masas, mientras el público se abría para darle la bienvenida. La actuación se inició con la esperanzadora “Beautiful Day”, pero fue con “Where the Streets Have No Name” que el espectáculo alcanzó su punto culminante y más emotivo.

Durante esta canción, se desplegó una enorme tela en el escenario, proyectando todos los nombres de las personas que perdieron la vida en los atentados del 11-S. El estadio se sumió en un silencio respetuoso mientras la emotiva imagen homenajeaba a los caídos y conmovía a millones de espectadores alrededor del mundo.

En un gesto simbólico, Bono abrió su cazadora para revelar un forro decorado con la bandera estadounidense, un acto que resonó profundamente en un país que buscaba sanar y encontrar esperanza en medio de la tragedia. La actuación de U2 no solo fue un espectáculo musical, sino un momento de solidaridad, reflexión y unidad, demostrando el poder transformador de la música en tiempos difíciles.

El Super Bowl 2002 quedó marcado por la actuación conmovedora de U2, que trascendió el entretenimiento para convertirse en un tributo respetuoso a las víctimas y un recordatorio de la fortaleza de la humanidad en los momentos más oscuros.

Shania Twain, No Doubt y Sting (2003):

En el año 2003, el Super Bowl fue testigo de una actuación memorable que elevó el espectáculo a nuevas alturas, gracias a la participación estelar de Gwen Stefani y Sting. A pesar de que ese año estaba marcado como el de la cantante canadiense Shania Twain, fue la combinación de energía y talento de Stefani y Sting lo que realmente cautivó al público y dejó una huella imborrable en la historia del Super Bowl.

El espectáculo había comenzado de manera más bien tranquila, y muchos espectadores admitían sentirse indiferentes ante el desarrollo del concierto. Incluso se llegó a destacar un momento particularmente olvidable, que con el paso de los años ha quedado grabado como el “momento grúa con globos”. Sin embargo, todo cambió cuando, al minuto 5, Gwen Stefani irrumpió en el escenario, realizando impresionantes acrobacias y entonando su éxito “Just a Girl”.

La presencia magnética de Stefani inyectó una dosis de vitalidad al espectáculo, preparando el terreno para lo que estaba por venir. A continuación, un rejuvenecido Sting se unió a la fiesta con una interpretación enérgica de “Message in a Bottle”, transportando a la audiencia a través de los éxitos del pasado con su característico estilo.

La colaboración entre Stefani y Sting no solo eclipsó la atención que Shania Twain había acumulado previamente, sino que también consiguió rescatar un show que parecía estar perdiendo fuerza. La combinación de la fuerza vocal de Stefani y la presencia escénica de Sting revitalizó el ambiente y dejó a los espectadores sin aliento.

Con el paso de los años, la actuación de Gwen Stefani y Sting en el Super Bowl 2003 sigue siendo recordada como un momento clave en la historia de los espectáculos de medio tiempo, demostrando que las colaboraciones sorprendentes pueden transformar un evento y dejar una huella imborrable en la memoria de los espectadores.

Janet Jackson (2004):

El Super Bowl del año 2004 será recordado no solo por el enfrentamiento en el campo, sino por un incidente que sacudió la transmisión televisiva y dejó una marca indeleble en la historia del entretenimiento: el infame ‘pezongate’. Fue el momento en que Justin Timberlake, al finalizar su actuación junto a Janet Jackson, dejó al descubierto el pezón de esta última, generando un revuelo mediático que trascendió las fronteras del deporte.

La controversia se desató cuando Timberlake, durante la interpretación de la canción “Rock Your Body”, realizó un movimiento que resultó en la exposición accidental del pecho de Janet Jackson. La incógnita sobre si fue un incidente planeado o un “problema de vestuario”, según las declaraciones de Jackson, generó un debate global que se prolonga hasta hoy.

El ‘pezongate’ no solo marcó un antes y un después en la historia del Super Bowl, sino que se convirtió en uno de los momentos más comentados y vistos en la historia de la televisión. Aproximadamente 92 millones de espectadores presenciaron en vivo el polémico suceso, desencadenando una respuesta inmediata de las autoridades de radiodifusión.

Como consecuencia directa de este incidente, las transmisiones en vivo de eventos importantes, incluyendo el Super Bowl, comenzaron a incorporar un retraso de varios segundos como medida de precaución para evitar situaciones similares. La llamada “censura preventiva” se convirtió en una práctica estándar en la televisión en vivo, alterando la forma en que se aborda la cobertura de eventos masivos.

Curiosamente, el ‘pezongate’ también desempeñó un papel fundamental en la creación de una de las plataformas de videos más populares de la actualidad. Jawed Karim, cofundador de YouTube, se perdió el incidente y al no encontrar el vídeo en internet, decidió crear su propia plataforma para compartir videos, llevando a la creación de lo que hoy conocemos como YouTube.

Así, el Super Bowl 2004 no solo dejó una marca en la historia del deporte, sino que cambió para siempre la forma en que se aborda la cobertura televisiva en vivo y, de manera inesperada, inspiró la creación de una plataforma que revolucionaría la manera en que consumimos contenido en línea.

Paul McCartney (2005):

El Super Bowl 2005, marcado por la voluntad de evitar cualquier controversia después del escándalo del ‘pezongate’ del año anterior, optó por la elección segura y acertada de Sir Paul McCartney como el protagonista del espectáculo de medio tiempo. El legendario músico británico demostró que la música de calidad podía cautivar a la audiencia sin la necesidad de polémicas, ostentaciones ni excesivos brillos.

Vistiendo un traje de chaqueta y una camiseta roja, McCartney tomó el escenario con su característico bajo Hofner y desde el inicio dejó claro que la noche sería un homenaje a la música atemporal de los Beatles. Sorprendiendo a todos, abrió su actuación con el clásico “Drive My Car”, llevando a los espectadores a un viaje musical nostálgico desde el primer momento.

A lo largo de su presentación, Sir Paul McCartney deleitó a la audiencia con otros éxitos inolvidables de los Beatles, como “Get Back” y la icónica “Hey Jude”, generando una oleada de emociones entre los fanáticos de la banda británica y conquistando a nuevos admiradores con su maestría musical.

El punto culminante de la actuación fue la interpretación épica de “Live and Let Die”, una canción que resonó en el estadio y dejó a todos boquiabiertos con su poderosa ejecución. La mezcla de clásicos atemporales y la energía vibrante de McCartney convirtieron el espectáculo de medio tiempo en una lección magistral de música, destacando la habilidad del artista para trascender las décadas y conectar con audiencias de todas las edades.

El Super Bowl 2005, con Sir Paul McCartney a la cabeza, demostró que la música de calidad podía ser el elemento central de un espectáculo exitoso, sin la necesidad de caer en la controversia. El legendario músico británico dejó una marca imborrable en la historia del Super Bowl, recordándonos que la verdadera grandeza reside en el arte intemporal y la maestría musical.

Rolling Stones (2006):

El Super Bowl 2006 se iluminó con la presencia de una de las bandas más icónicas de la historia del rock, The Rolling Stones, quienes protagonizaron un espectáculo de medio tiempo lleno de energía y clásicos atemporales. Aunque solo interpretaron tres canciones, “Start Me Up”, “Rough Justice” y “Satisfaction”, la potencia de su actuación fue más que suficiente para dejar una marca indeleble en el evento deportivo más grande del año.

Con una duración de 20 minutos, el concierto de The Rolling Stones fue breve pero intenso. Los organizadores, aún cautelosos tras el incidente del ‘pezongate’ del año anterior, estaban preocupados sobre lo que la banda podría decir durante el show. Sin embargo, para alivio de todos, el espectáculo transcurrió sin mayores incidentes verbales.

A pesar de la preocupación sobre posibles groserías, la actuación de The Rolling Stones no estuvo exenta de censura. Dos de las tres canciones interpretadas fueron sometidas a medidas de edición debido a su contenido. Una de las censuras estuvo relacionada con una alusión a la inclinación sexual de una mujer hacia un hombre fallecido, mientras que la otra se debió a un término considerado ofensivo para referirse al órgano sexual masculino.

El Super Bowl 2006 también se destacó por los altos costos publicitarios, ya que los anunciantes pagaron la impresionante cifra de 83,000 dólares por segundo de tiempo en pantalla. Este evento deportivo continuaba consolidándose como uno de los momentos televisivos más valiosos y atractivos para las marcas.

A pesar de las censuras y las precauciones, la actuación vibrante de The Rolling Stones en el Super Bowl 2006 se convirtió en un hito, recordando a todos que el rock’n’roll puede conquistar cualquier escenario, incluso en un evento deportivo de magnitudes colosales.

Prince (2007):

En el Super Bowl 2007, el cantante originario de Minnesota, Prince, regresó triunfante a los escenarios con un espectáculo que se destacó por su maestría musical y una puesta en escena fascinante. A diferencia de las producciones extravagantes de años anteriores, Prince cautivó a la audiencia con una clase magistral de rock que culminó con la interpretación épica de su icónica canción ‘Purple Rain’.

El espectáculo de Prince se desarrolló en medio de condiciones climáticas extremas, con un impresionante aguacero y un vendaval que no impidieron que el artista entregara una actuación inolvidable. Sin necesidad de efectos llamativos como vuelos o explosiones, Prince demostró que su verdadero poder radica en su habilidad musical y en la conexión emocional que logra con su audiencia.

El momento culminante llegó al final del show, cuando Prince se entregó por completo a la interpretación de ‘Purple Rain’. La intensidad emocional se potenció con la lluvia que caía sobre el escenario, creando una atmósfera única y emotiva que dejó a la audiencia con los pelos de punta. El espectáculo contó con bailarinas vestidas con trajes fluorescentes y un solo de guitarra alucinante, acompañado de una enorme tela que proyectaba la figura emblemática de Prince.

La actuación resonó de manera impactante en el público y tuvo un efecto positivo en las ventas del disco ‘Planet Earth’ de Prince, que experimentó un notable aumento tras el Super Bowl 2007. El talento innegable y la entrega apasionada de Prince consolidaron su lugar en la historia de los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl, demostrando que la autenticidad y la calidad musical son elementos que perduran en la memoria de los espectadores.

Bruce Springsteen (2009):

Con una entrada impactante y un grito que resonó en el estadio, Bruce Springsteen, conocido como el ‘Jefe’, inauguró su actuación en el Super Bowl 2009 subiéndose al piano de la E Street Band. En una llamativa apertura, Springsteen exclamó: “¡Quiero que os alejéis del bol de guacamole! ¡Quiero que dejéis los fingers de pollo! ¡Y poned la televisión lo más alto que puedas!”. Con esta declaración directa, el ‘Jefe’ dio inicio a un show de 14 minutos, desafiando el protocolo y ofreciendo una actuación irrepetible y llena de energía.

En contraste con los espectáculos más elaborados de otros años, la presentación de Bruce Springsteen se caracterizó por su enfoque directo y auténtico. Sin grandes excesos escénicos ni coreografías llamativas, el ‘Jefe’ optó por llevar al público de vuelta a lo básico: puro rock. La E Street Band acompañó al legendario músico en un viaje musical que incluyó clásicos atemporales como “Born to Run” y “Glory Days”.

Springsteen, conocido por su entrega apasionada en el escenario, se saltó en dos minutos el protocolo establecido para el tiempo de actuación en el Super Bowl, demostrando que su música y su presencia escénica no se someten a límites preestablecidos. La actuación fue una celebración del rock en su forma más pura, un recordatorio de la potencia y la vitalidad de los clásicos que han resistido el paso del tiempo.

En un tiempo en el que los espectáculos a menudo se caracterizan por su extravagancia y complejidad escénica, la actuación de Bruce Springsteen en el Super Bowl 2009 destacó por su sencillez y por recordar a la audiencia que el poder del rock reside en la conexión directa entre el artista y el público. Un ‘show’ que, como todos los suyos, quedó marcado en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de presenciarlo.

Madonna (2012):

Después de dos décadas de espectáculos de medio tiempo en el Super Bowl, la Reina del Pop, Madonna, hizo su esperado debut en el escenario más grande del entretenimiento deportivo con un despliegue espectacular que dejó a la audiencia atónita. La icónica cantante optó por no hacer las cosas a medias y montó uno de los shows visuales más grandiosos de todos los tiempos en el Super Bowl 2012.

Madonna hizo su entrada triunfal como una emperatriz romana, llegando al escenario en una enorme cuadriga tirada por “esclavos”, un simbolismo que reivindicaba su posición destacada en la música desde la majestuosidad del evento deportivo más importante del año. Pero eso fue solo el comienzo de un despliegue de entretenimiento que dejó una marca indeleble.

El estadio se transformó en una pista de baile cuando Madonna interpretó su éxito “Music” con la colaboración de LMFAO, dando inicio a una fiesta visual y auditiva que llevó la energía al máximo. Nicki Minaj lideró un ejército de animadoras, mientras que decenas de tamborileros marcaron el ritmo en la emotiva presentación de “Open Your Heart”.

El clímax del espectáculo llegó con un emocionante cierre al son de “Like a Prayer”, acompañada por un coro góspel que elevó la actuación a una experiencia espiritual. Todo este despliegue visual y musical tuvo lugar mientras Madonna lucía un deslumbrante atuendo diseñado por Riccardo Tisci para Givenchy, destacando su estatus como una verdadera diva del pop.

Madonna no solo marcó su lugar en la historia del Super Bowl, sino que redefinió los estándares para los futuros espectáculos de medio tiempo. Su actuación en el Super Bowl 2012 fue una exhibición de grandeza artística y un testimonio de su impacto duradero en la industria de la música. La Reina del Pop demostró una vez más por qué es considerada “la más grande”.

Beyoncé (2013):

En el Super Bowl 2013, Beyoncé tomó el escenario del medio tiempo con un despliegue de poder y talento que dejó a 110,8 millones de espectadores en todo el mundo asombrados. La actuación, que inicialmente se mantenía en secreto, llevó a cabo uno de los momentos más emocionantes en la historia del Super Bowl cuando, en el minuto 6’47”, Michelle Williams y Kelly Rowland, compañeras de Beyoncé en Destiny’s Child, aparecieron sorpresivamente sobre el escenario.

A pesar de las negaciones previas sobre una posible reunión de Destiny’s Child, la Super Bowl 2013 hizo realidad el sueño de millones de fanáticos cuando las tres artistas se unieron para interpretar una serie de éxitos. Vestida con un deslumbrante diseño de Rubin Singer, Beyoncé cautivó a la audiencia desde el principio con “Crazy in Love”, seguido por “Baby Boy” e “Independent Women”.

Sin embargo, el punto culminante llegó con el número final, “Halo”, que fue interpretado de manera magistral y emocionante. La actuación in crescendo de Beyoncé, acompañada por la armonía de Destiny’s Child, creó un momento épico que se ganó los elogios de la crítica y se convirtió en uno de los momentos más recordados en la historia de los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl.

La sorpresiva reunión de Destiny’s Child demostró la capacidad única de Beyoncé para mantener el suspense y ofrecer actuaciones que van más allá de las expectativas. Con una puesta en escena impecable y una ejecución vocal excepcional, Beyoncé se consagró como la reina indiscutible del escenario del Super Bowl 2013, proporcionando a los espectadores un espectáculo inolvidable que quedará marcado en la memoria colectiva.

Bruno Mars (2014):

En el Super Bowl 2014, Bruno Mars, el “recién llegado” al olimpo de los dioses del espectáculo de medio tiempo, se erigió como una fuerza imparable, conquistando a 115,3 millones de espectadores con un despliegue musical y visual impactante. Desde el inicio, el coro infantil, el asombroso solo de batería y su impresionante chaqueta dorada ‘retro’, creada por Hedi Slimane para Saint Laurent, señalaron que estábamos a punto de presenciar algo excepcional.

La actuación de Bruno Mars fue una mezcla cautivadora de talento, energía y estilo. Interpretando éxitos como ‘Just the Way You Are’ y, por supuesto, ‘Locked Out of Heaven’, el artista mostró una versatilidad impresionante que abrazaba influencias de leyendas como Michael Jackson y The Police. Los espíritus de estas leyendas se pasearon por el escenario, añadiendo una capa de nostalgia y respeto a la actuación de Mars.

Sin embargo, la sorpresa más grande llegó cuando los Red Hot Chili Peppers, iconos del rock, se unieron a Bruno Mars en el escenario. La colaboración inesperada llevó la actuación a un nuevo nivel, fusionando géneros y generaciones en un espectáculo memorable que demostró la versatilidad y el atractivo universal de la música.

Con su carisma, habilidades vocales y un respaldo de artistas de la talla de los Red Hot Chili Peppers, Bruno Mars se ganó un lugar destacado en la historia de los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl 2014. Su actuación no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó, consolidando su estatus como una estrella de talla mundial y dejando una huella imborrable en la memoria de los espectadores.

Katy Perry (2015):

En el Super Bowl 2015, el concepto de espectáculo alcanzó una nueva dimensión gracias a la deslumbrante participación de Katy Perry. La estrella pop ingresó al estadio montada en un tigre robot, interpretando su éxito “Roar” y marcando el inicio de un espectáculo que desafió las expectativas y se convirtió en un fenómeno cultural. Katy Perry no solo dejó su huella musical, sino que también se destacó con cuatro looks distintivos de Moschino que acompañaron diferentes momentos del show.

El espectáculo de medio tiempo se transformó de manera sucesiva en diversas escenas, llevando a la audiencia a un viaje visual fascinante. Desde convertir el estadio en un tablero de ajedrez con piezas humanas hasta recrear un concierto de rock con la participación especial de Lenny Kravitz en “I Kissed a Girl”, Katy Perry demostró su versatilidad y capacidad para sorprender.

El despliegue continuó transformando el escenario en una playa californiana, una pista de baile de raperos y otros escenarios impactantes, generando una explosión de creatividad y energía. La participación de Perry no solo fue un espectáculo musical, sino una experiencia visual y sensorial que dejó a la audiencia boquiabierta.

El impacto de la actuación de Katy Perry se reflejó en las redes sociales, con un asombroso total de 3 millones de tweets enviados durante la transmisión. La combinación de su talento, la sorprendente producción visual y los invitados especiales generaron una conversación en línea sin precedentes, consolidando la actuación como uno de los momentos más memorables en la historia de los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl.

Con su habilidad para mezclar música, moda y teatralidad, Katy Perry elevó el estándar del entretenimiento en la Super Bowl 2015, dejando un legado duradero y marcando un hito en la evolución de los shows de medio tiempo.

Coldplay (2016):

La 50ª Super Bowl en el Levi’s Stadium de California trajo consigo una actuación de medio tiempo que generó tanto asombro como controversia. Aunque Coldplay fue la banda principal encargada de llevar el espectáculo al siguiente nivel con temas como ‘Viva la Vida’ y ‘Paradise’, la crítica no quedó completamente convencida. La polémica y los memes surgieron, pero lo que nadie pudo negar fue que la banda británica se vio eclipsada por dos estrellas invitadas de renombre: Beyoncé y Bruno Mars.

A pesar de los esfuerzos de Coldplay por ofrecer una actuación a lo grande, el brillo de Beyoncé y Bruno Mars se llevó gran parte de la atención y aclamación. La actuación conjunta de los tres artistas logró cautivar a la audiencia y generar un momento épico en el escenario del Super Bowl.

La controvertida actuación de Coldplay, que dividió opiniones, no impidió que la Super Bowl 2016 se convirtiera en uno de los eventos más vistos de la historia. Con 115,5 millones de espectadores, quedó solo por detrás del espectáculo de Katy Perry del año anterior, que alcanzó los 118,5 millones de espectadores.

Beyoncé, en particular, destacó por su participación en el show, presentando su sencillo “Formation” en un momento de gran relevancia. Bruno Mars también dejó su huella con su característico estilo y energía.

Aunque la actuación de Coldplay quedó a la sombra de la polémica y las estrellas invitadas, el conjunto de artistas logró ofrecer un espectáculo que quedará marcado en la memoria de los millones de espectadores que sintonizaron la Super Bowl 2016, consolidándose como un evento no solo deportivo, sino también cultural y musicalmente significativo.

Lady Gaga (2017):

Lady Gaga hizo historia en el Super Bowl 2017 con una entrada espectacular volando desde lo alto del estadio, marcando el inicio de una actuación que no solo fue visualmente impresionante, sino también cargada de significado y mensaje político.

La estrella pop aprovechó su interpretación de “God Bless America” para recordar un juramento de los niños estadounidenses, haciendo una clara alusión a las políticas migratorias del presidente Trump. Lady Gaga, conocida por ser una defensora de la inclusión y la diversidad, dejó claro que su participación en el Super Bowl no solo era un espectáculo musical, sino también una plataforma para expresar sus valores y opiniones.

El repertorio de Lady Gaga incluyó sus grandes éxitos como ‘Poker Face’, ‘Telephone’, ‘Born This Way’, y culminó con la poderosa ‘Bad Romance’, marcando el tramo más impactante del espectáculo. Vestida con un body ‘glitter’ de Versace, la artista demostró su versatilidad no solo como cantante, sino también como una gran directora de orquesta.

El momento cumbre llegó cuando, en el césped del estadio, un grupo de extras agitó lámparas de colores perfectamente coreografiadas, creando un efecto visual deslumbrante. La actuación de Lady Gaga no solo cautivó por su habilidad vocal y puesta en escena, sino también por su compromiso con la inclusión y la expresión de mensajes sociales.

La Super Bowl 2017 se convirtió así en un evento que trascendió lo musical, consolidándose como una plataforma para la expresión artística y la reflexión sobre temas relevantes en la sociedad. Lady Gaga dejó su huella como una artista comprometida y una directora de espectáculos magistral, asegurándose de que su actuación fuera recordada por mucho más que su impresionante entrada voladora.

Shakira y Jennifer Lopez (2020):

En uno de los últimos espectáculos multitudinarios antes de que el mundo experimentara un cambio radical debido a la pandemia, Shakira y Jennifer Lopez dejaron una marca indeleble en la Super Bowl 2020 con un espectáculo que celebró el empoderamiento de la mujer y la riqueza de la cultura latina. Sin embargo, a pesar de la energía positiva y la celebración, el show no estuvo exento de controversia.

Shakira inició el concierto con un deslumbrante conjunto de top y falda rojos diseñado por Peter Dundas, mientras que Jennifer Lopez optó por un body de cuero negro de su firma de cabecera, Versace. La actuación fue un despliegue de talento, coreografías vibrantes y una representación orgullosa de la herencia latina.

A pesar de la intención de destacar la fuerza y la diversidad de las mujeres, hubo televidentes que denunciaron el espectáculo por considerarlo pornográfico. La comisión encargada de supervisar los shows de entretenimiento en Estados Unidos recibió aproximadamente 1,300 denuncias, alegando que las coreografías y movimientos eran “impropios”. La controversia generó un debate sobre los límites en los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl y la percepción cultural de la expresión artística.

A pesar de las críticas, la actuación de Shakira y J.Lo fue aclamada por la mayoría de los espectadores y críticos, consolidándose como un hito en la historia de los shows de medio tiempo de la Super Bowl. Más allá de la polémica, el espectáculo de 2020 dejó una huella duradera como un homenaje a la diversidad, la música latina y el poder femenino.

Rihanna (2023):

El 12 de febrero de 2023, el State Farm Stadium de Arizona se iluminó con el talento y la presencia magnética de Rihanna, quien se subió al escenario en la 57ª edición de la Super Bowl para ofrecer una actuación que dejó boquiabiertos a todos los espectadores.

La artista de Barbados cautivó a la audiencia interpretando algunos de sus mayores éxitos, incluyendo ‘Umbrella’, ‘Diamonds’, ‘We Found Love’ y ‘Only Girl (In the World)’. La puesta en escena, la elección de temas y la cohesión del espectáculo recibieron elogios unánimes por parte de la crítica y del público.

Sin embargo, la sorpresa más impactante llegó en medio de la actuación, cuando Rihanna reveló en pleno escenario que se encontraba embarazada de su segundo hijo. El anuncio dejó a la audiencia en estado de shock y añadió una capa emotiva adicional a un espectáculo ya de por sí inolvidable.

Esta actuación en la Super Bowl 2023 se destacó no solo por la calidad artística de Rihanna, sino también por la revelación personal que compartió con el mundo. La noticia del embarazo se convirtió en el foco de atención en medios de comunicación y redes sociales, convirtiendo la presentación de Rihanna en un momento histórico y conmovedor en la tradición de los shows de medio tiempo del Super Bowl.

Estas actuaciones son solo una muestra del poder y la diversidad de la música en la Super Bowl, un evento que continúa emocionando a millones de espectadores en todo el mundo año tras año.

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