El actor británico Tom Holland, conocido mundialmente por su papel como Spider-Man en el universo Marvel, ha dejado una profunda reflexión sobre su vida personal en su reciente aparición en la portada de Men’s Health. En una entrevista exclusiva, el Holland comparte cómo la fama, que alcanzó a una edad temprana, afectó su bienestar y su relación con el alcohol, un tema con el que ha luchado durante años. “Cada viernes después del trabajo era una excusa: emborrachémonos y pasémoslo bien”, revela el actor, quien recuerda cómo esos momentos de diversión a menudo tenían repercusiones negativas en su vida diaria.
A tan solo unos años de haber saltado al estrellato con la película Lo Imposible (2012), Holland se vio rodeado de la presión y las expectativas que suelen acompañar a los jóvenes actores. A pesar de su éxito, la fama no vino sin sus desafíos, especialmente cuando se trató de lidiar con los excesos. El actor admite que, aunque no tuvo malas experiencias extremas, solía beber más de lo que debía, lo que terminaba arruinando su día siguiente y afectando su equilibrio emocional.
El británico, ahora más maduro y consciente de los efectos negativos del alcohol, reflexiona sobre cómo ese periodo de su vida lo ayudó a aprender valiosas lecciones sobre el autocuidado y la importancia de priorizar su salud mental y física. “A veces, la vida te da una bofetada para que aprendas. Hoy entiendo el valor de cuidar mi cuerpo y mi mente”, explica Holland, quien ha adoptado una rutina de ejercicio y bienestar para mejorar su calidad de vida. Esta etapa de crecimiento personal también refleja su madurez como ser humano y profesional.
Tom Holland se ha convertido en un referente de superación para sus seguidores, quienes pueden ver en él no solo al héroe de la pantalla, sino también a una persona que ha aprendido a enfrentarse a sus propios desafíos. En un mundo donde la fama puede ser tanto una bendición como una carga, el actor demuestra que es posible salir adelante con fortaleza y autoconciencia.