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La estrella del pop Taylor Swift ha logrado finalmente recuperar los derechos de sus primeros seis álbumes, tras años de disputas legales y personales con figuras clave de la industria. La cantante anunció emocionada la noticia a través de su sitio web oficial, calificando este logro como el mayor sueño de su carrera. “Toda la música que he creado ahora me pertenece”, expresó, visiblemente conmovida.

El conflicto comenzó en 2019, cuando Scooter Braun adquirió el sello Big Machine, antigua disquera de Swift, y con él, las grabaciones maestras de sus discos Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation. Swift denunció entonces no haber sido informada ni tener oportunidad de igualar la oferta, acusando a Braun de haber facilitado un entorno de acoso en su contra.
Como respuesta, inició un ambicioso proyecto de regrabación que hasta la fecha ha dado lugar a cuatro nuevas ediciones bajo el sello Taylor’s Version, las cuales incluyen pistas inéditas y versiones remasterizadas. Sin embargo, la artista reconoció dificultades emocionales al abordar Reputation, un álbum profundamente marcado por su conflicto con los medios y figuras públicas.

Desde que Big Machine fue vendida por segunda vez en 2020, esta vez a Shamrock Holdings, con Braun aún involucrado financieramente, Swift decidió no asociarse con la compañía y continuar su camino en solitario. Su perseverancia culminó con la compra de sus grabaciones maestras, un gesto que redefine su control sobre su legado artístico.

Esta victoria llega tras el éxito masivo del Eras Tour, que superó los US$2.000 millones en ingresos y reafirmó su poder como una de las figuras más influyentes de la música actual. Swift ha declarado que ese respaldo económico fue clave para recuperar su catálogo, afirmando que este renacimiento artístico ya no nace del dolor, sino de la celebración.
Además de sus álbumes regrabados y premiados como Folklore y Midnights, la artista sigue posicionándose como una voz poderosa en el debate sobre los derechos de autor en la industria musical, insistiendo en que los artistas deberían tener preferencia para comprar sus obras. “Quiero que mi música perdure, pero solo si soy la dueña”, dijo alguna vez, y hoy, finalmente, lo ha logrado.