Ubuntu: Una comunidad para transformar la vida de las mujeres
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Ubuntu: Una comunidad para transformar la vida de las mujeres

En una conversación íntima, MujerLatina se reunió con las creadoras de esta iniciativa para descubrir cómo un proyecto nacido del amor y la sororidad está transformando la forma en que las mujeres sanan, se acompañan y crecen juntas.

Diana Davila
27 de julio de 2025

En una sociedad donde muchas personas caminan con heridas invisibles, un grupo de mujeres decidió crear algo distinto: un refugio, un ritual, una red. Así nació Ubuntu. Aunque su nombre proviene de una antigua filosofía africana que significa “Soy porque somos”, su esencia late aquí, entre abrazos, lágrimas compartidas y espacios de autocuidado.

MujerLatina se reunió en México con la fundadora que dio vida a esta idea. Alejandra Denise, estratega de impacto con experiencia en el mundo corporativo y social, decidió un día dejar atrás la lógica de las metas para abrazar el lenguaje de las emociones. “Ubuntu nace del amor, de esa fuerza que aparece cuando una mujer decide no callar más”, nos comenta con una voz firme pero cálida.

“Queríamos crear un espacio donde liderar también fuera llorar, abrazar, sanar y volver a empezar. Donde el liderazgo naciera del corazón, no de la competencia”

Alejandra, fundadora de la comunidad “Ubuntu”

Las mujeres detrás del nombre

Detrás de cada encuentro, caminata, meditación o abrazo en Ubuntu, hay tres mujeres que -junto a Alejandra- han hecho de su historia una plataforma de sanación colectiva. Cada una aporta su energía, su recorrido y su sensibilidad única. Unidas por la convicción de que sanar en tribu es posible, son el corazón vivo de esta comunidad.

Yazmin: La energía del grupo

“Encuentro inspiración en el bosque, en el cielo, en cada mujer que se atreve a mostrarse sin filtros”, dice Yazmin, maquillista profesional y la aventurera del grupo. Su sensibilidad artística y su conexión con la naturaleza la han llevado a ver la belleza más allá de lo estético: en el alma que se permite ser. Es ella quien, a través del autocuidado y la expresión corporal, abre puertas hacia una autoestima más libre y real

Vanessa: Firmeza y protección

Abogada de profesión y comprometida con la creación de espacios seguros, Vanessa transforma su propia experiencia en impulso. “Yo misma viví experiencias difíciles. Por eso quiero que otras mujeres no caminen solas ese trayecto”, afirma. Su presencia en Ubuntu representa la voz firme que protege, acompaña y recuerda que la justicia también puede nacer desde la empatía.

Rosario: La soñadora terrenal

Aprendí que las cicatrices también florecen. Y Ubuntu es eso: florecer con otras”, comparte Rosario, quien se define como soñadora, pero con los pies en la tierra. Su mirada está puesta en el crecimiento colectivo, y su liderazgo se basa en la inspiración compartida. Cree profundamente en el poder de sanar desde lo cotidiano, sin adornos, pero con verdad.

Cada una con su luz y su historia, construyen un espacio donde ser una misma no solo es posible, sino bienvenido. Juntas, han hecho de Ubuntu más que una comunidad: un ritual compartido que transforma vidas

Experiencias que sanan

En Ubuntu, cada experiencia es una puerta hacia dentro. Ya sea en un desayuno meditativo, un sendero en el bosque, una sesión de fotos con propósito o un ritual en Xochimilco, todas las actividades tienen un mismo hilo conductor: el amor propio como acto colectivo.

“No se trata de perfección, sino de autenticidad. Aquí no fingimos estar bien. Aquí nos sostenemos cuando no lo estamos”

Uno de los eventos más poderosos fue la Experiencia Amor Propio, donde una participante se atrevió por primera vez a mirarse con ternura. Durante la sesión, dijo con la voz temblorosa:

“Me gusto. Así, completa. Me permito ser vista con amor. Ese momento se convirtió en una especie de mantra para todas.”

Ubuntu como revolución suave

Más que una comunidad, Ubuntu es una forma de estar en el mundo. No promueve la competencia, sino la colaboración; no busca respuestas fáciles, sino encuentros reales. Y sobre todo, esta iniciativa cree que sanar juntas es un acto político, amoroso y transformador.

“El verdadero éxito de Ubuntu no se mide en números, sino en miradas que se levantan, voces que se atreven, abrazos que sostienen. Cuando una mujer florece, florecemos todas”

Alejandra Denise, fundadora de Ubuntu .

Ubuntu sueña con seguir creciendo, tejiendo nuevas alianzas, creando más rituales y multiplicando espacios seguros donde cada mujer pueda florecer a su ritmo. Su reciente colaboración con MujerLatina es solo el comienzo de una expansión guiada por la sororidad y orientada al crecimiento colectivo.

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